Para elegir un buen dentista es necesario disponer de una buena oferta de profesionales, conocer de los criterios necesarios para ralizar la elección adecuada y sobre todo tener confianza plena en el sector. En las últimas semanas hemos conocido noticias que como profesionales y también como pacientes nos preocupan. Las estafas y cierres de empresas siempre son alarmantes y por desgracia últimamente son demasiadas las veces que nos desayunamos con ellas en medios de comunicación, pero son más preocupantes cuando se ve comprometida la salud de las personas.. Los dentistas en nuestro país son en su mayoría profesionales altamente cualificados y sobradamente preparados que nos preocupamos por formarnos con un único objetivo: El bienestar de nuestros pacientes. Por eso cuando la confianza nuestro sector se ve comprometida nos sentimos afectados como colectivo.
«No hay nada que favorezca más a un enfermo que ser tratado por un médico de su confianza»: Séneca
Cuando un paciente se está planteando comenzar un tratamiento que deberá prolongarse en el tiempo meses o incluso años surge la pregunta de a quién o dónde acudir. Es curioso porque ahora que tenemos internet en nuestro bolsillo no es más fácil escoger porque el exceso de oferta y de información en ocasiones nos complica la tarea y es que “los árboles no nos dejan ver el bosque”. Desde estas páginas como tantas veces desde la consulta queremos ofrecer unos consejos para elegir un buen dentista:
1.- El dentista como profesional de la medicina debe estar titulado y colegiado
Todos los dentistas tanto si son médicos estomatólogos o licenciados odontólogos, así como los auxiliares dentales, técnicos dentales, higienistas dentales, deben estar titulados y tener los conocimientos demostrables y suficientes para garantizar un buen trabajo. En el Colegio de odontólogos de cada provincia podemos saber si un profesional tiene número de colegiado y esta dado de alta correctamente.
2.- Accesibilidad y cercanía
No es necesario que el dentista esté en nuestra misma calle pero para elegir un buen dentista siempre es aconsejable una cierta cercanía que nos facilitará mucho la vida en tratamientos prolongados e incluso nos ayudará a vencer la pereza al afrontar las necesarias revisiones anuales. Por suerte nuestro país tiene muchos buenos profesionales así que podremos elegir sin miedo a equivocarnos entre aquellos que se encuentran en nuestra ciudad.
3.- El precio no es lo más importante
Para elegir un buen dentista no es conveniente guiarse sólo por las ofertas y menos aún por “precios chollo” que la mayoría de las veces no son más que reclamos que esconden una información incompleta bajo la letra pequeña, o lo que es peor poca calidad en los tratamientos y materiales. Un dentista económico no siempre es lo mejor, tampoco hay que pensar que el más caro nos vaya a dar mejor servicio. Los tratamientos dentales valen lo que tienen que valer, ni más ni menos.
Lógicamente una clínica es también un negocio, no podría existir de otra forma, pero tiene que ser mucho más, debe ser un servicio social básico que prime el espíritu sanitario por encima del comercial.
4.- Buena práctica médica
Para elegir un buen dentista tenemos que evitar aquellos que tengan mala fama, esto parece un obviedad pero si «el río suena «. Las buenas prácticas y el trato profesional tanto del dentista como de su equipo son su carta de presentación y deben dejar un recuerdo favorable en los pacientes. El dentista, y el personal de la clínica deben tener buena disposición para informarnos sobre las posibles opciones de nuestro tratamiento los riesgos y los beneficios y también hablarnos con claridad sobre presupuestos y formas de pago y financiación.
5.- El boca a boca funciona
Para elegir un buen dentista la experiencia de familiares y amigos puede sernos muy útil. A menudo las recomendaciones personales son la mejor publicidad que tienen los profesionales de la salud dental, que deben esforzarse para tener siempre clientes satisfechos. Es aconsejable preguntar y fiarnos de las recomendaciones que nos haga alguien que conozcamos en persona porque sus opiniones serán más valiosas que de lo que podamos leer de cualquier desconocido en Internet.
6.- Último consejo: La primera impresión
Para elegir un buen dentista debemos fiarnos por la primera impresión y asegurarnos de que la clínica sea cómoda, moderna y tenga los últimos y mejores métodos y herramientas para tratarnos. Es importante que la clínica utilice marcas de calidad reconocida, ya que en algunas técnicas el uso de materiales poco conocidos y más baratos puede acarrear problemas con el tiempo. Como todo en la vida es bueno guiarnos por nuestra primera impresión. Si no nos convence el profesional escogido no debemos tener reparos en seguir buscando, nuestra salud está en juego.
Si tras la primera visita la clínica no nos entra por los ojos difícilmente nos vamos a sentir cómodos en ella.
Muchos profesionales hemos visto crecer nuestras empresas a base de años de esforzado trabajo y de trato honesto a nuestros pacientes porque sabemos que sólo el buen servicio que es garantía de tranquilidad. Nos sentimos orgullosos de nuestra trayectoria, celebramos cada uno de nuestros éxitos por pequeños que estos sean ya que son el fruto de años de formación permanente, dedicación esforzada y buen hacer.
Para todos los que formamos parte de la familia Encinas, los pacientes son lo primero, respetamos su estética y su salud por encima de todo a la vez que nos hacemos cargo de sus circunstancias personales y nos enorgullece ver cómo unos pacientes nos traen a otros y que lucen orgullosos sus sonrisas por nuestra ciudad, por otras de nuestro país e incluso en el extranjero. Este es el verdadero pago a nuestros años de trabajo.